sábado, 4 de marzo de 2017

Intoxicados


Estoy creando una nueva armadura,

 indestructible. 


Salía rentable pensar que la anterior soportaría las calamidades de la sociedad...

 Pero no fue así, la aniquilaron.

 Porque son poderosos dictadores generacionales.

 Pero lo que no saben, o mejor dicho,

 lo que no quieren saber... 

es que cada dictador es gobernado por el miedo a la incertidumbre,

 a la soledad, al devenir, al olvido, a la muerte. 


Nombran rey al vaho que empaña sus espejos,

 que no les deja ver, interiorizar en ellos mismos, 

mirarse a los ojos y sacar de sus entrañas la verdad que aguarda un alarmante

 "estás sólo".


 Son demasiados, y por fuerte que sea mi nueva armadura, 

no soportará el yugo de una Sociedad Ciega. 

Sólo me queda pedir clemencia...

¡Dejarnos libres, dejarnos ser, dejarnos pensar y dejarnos creer! 

Que tengamos la Santísima Fe en nosotros mismos...

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